lunes, 29 de diciembre de 2014

Razones para adoptar un gato (Parte 1)

Muchas personas creen que los gatos son seres egoístas y maquiavélicos que no dan cariño, que solo piensan en si mismos y si se acercan a ti es por que algo querrán. Pero todo esto es falso. Lo primero de todo, señalar que las mascotas (tanto gatos como perros, etc) al igual que los hijos son el reflejo de uno mismo y de la educación que se les da. Por otro lado, todos los gatos no son iguales. Cada uno tiene su propia personalidad. Algunos serán más sociables y otros más solitarios.
Además he de decir que casi todas las personas que critican la actitud de los gatos, casualmente nunca han tenido uno, o si lo han tenido en casa, no era "su" gato, si no el de algún familiar cercano. Todas estas malas críticas casi siempre surgen por culpa de amigos que invitas a tu casa, que ven a tu gato, y sin conocerle de nada se abalanzan sobre él para darle sus abrazos y mimos, obteniendo una respuesta negativa por parte del gato, que saldrá huyendo asustado, o hasta podría atacar a su persecutor.
Poneros en la situación del gato. Estás en tu casa tranquilamente haciendo tus cosas cotidianas de gato (investigar si algo ha cambiado o no, acicalándote, comiendo...) y de repente tus dueños suben a casa a ciertos sujetos extraños para ti, haciendo un ruido tremendo, riéndose a carcajadas, conversando con esas voces tan extrañas que no reconoces, oliendo a aromas que nunca antes habías olido, perturbando la tranquilidad de TU casa. Y te preguntas: "¿quienes son esos? No los conozco, no me fío de ellos, no hay confianza". Asustado de lo que está sucediendo a tu alrededor, corres a esconderte en algún lugar seguro, donde esos seres tan raros no te vean, pero que tu puedas verles a ellos, no vaya a ser que se apropien de TU casa.
En seguida alguien pregunta: "¿No tenías un gato? ¿Se llamaba Misi no?"
Al oír tu nombre en boca de un extraño con esa voz tan desconocida para ti, sabes que te han descubierto y que irán a por ti. De repente el extraño husmea un poco en tu búsqueda y te descubre agazapado detrás del sofá.
"¡Anda, pero si está ahí el gato!" El extraño corre hacia ti armando ruido y gritando tu nombre a "grito pelao", taladrando tus delicados oídos. Corres despavorido a refugiarte en otro lugar, puesto que ves a ese ser intentando capturarte para hacerte dios sabe qué. Pero te atrapan en tu intento de huida, y te cogen en brazos. Soban tu pelaje con esas manos tan sucias que huelen a algún producto químico extraño, y a sudor de un desconocido, ensuciando tu precioso pelaje, después de que te has tirado media tarde lavándote. Te agobia con sus mimos, te fuerza a que permanezcas en sus brazos. Pero tú no le conoces de nada, ¿pero qué confianzas son esas? El hecho de que seas un gato precioso y suave no le da derecho a este monstruo desconocido a tratarte como si fueras un juguete. Te intentas zafar, pero el individuo insiste en retenerte. Al final no te queda más remedio que recurrir a tu arma natural... Le arañas donde puedes, y el sujeto te suelta y sales corriendo a tu refugio. Mientras escapas, escuchas que ese individio dice algo así como: "Menudo gato más malo, que arañazo me ha hecho. Si es que los gatos son unos egoístas".
Si no podéis poneros en esta situación, acordaros de cuando erais niños, y los amigos de tus padres a los que apenas conocíais os cogían de los mofletes y os hacían esas monerías, atosigandoos. Lo único que querías tú era que te dejaran en paz para irte a jugar.
De verdad, si yo fuera un día por la calle y me viniera alguien a sobar como nosotros hacemos con las mascotas, así sin conocerme de nada, o saldría corriendo a denunciarle o le daría un buen guantazo.
Sin embargo, los gatos en un entorno familiar con sus dueños, no se comportan así. Claro que necesitan su espacio, y claro que a veces te hacen la cobra o se enfadan si les coges. Pero pensad, ¿es que acaso nosotros no necesitamos también nuestros ratitos de soledad? ¿No nos molesta cuando alguien nos atosiga? ¿No tenemos momentos en los que estamos más cariñosos y momentos en los que estamos muy bordes? El gato al fin y al cabo, se parece mucho a nosotros. Nos muestra su cariño cuando le apetece mostrarlo. Igual estás sentado viendo la tele, y se te sube encima a dormir contigo, o se restriega contra ti. O te lleva alguna mosca que ha cazado en casa como símbolo de que piensa en ti y comparte su caza contigo.
La verdad es que los gatos son seres maravillosos. Solo con la mente abierta puedes llegar a comprenderlos. Tienen una forma de comportarse que a mi personalmente me fascina. Todas las facetas que tienen en cada situación, como interactúan entre ellos y con las personas.... Es un mundo fascinante. Os reto a que si sois de los que piensan que son egoístas y malos, intentéis verles desde otro punto de vista.

Para que veáis lo monos que son, os pongo un vídeo de cada uno de mis gatetes cuando eran pequeñines.




Y con esto acabo la entrada de hoy. Si os ha gustado, podéis seguirme y compartir la publicación.
Un saludo a todos :)